Los distintos pueblos.

Ajedrez árabe 

Los árabes fueron quienes difundieron el ajedrez a lo largo de la costa norte de África y en la Península Ibérica entre los siglos VIII y X d.C. Entre otros pueblos a los cuales los árabes transmitiron el ajedrez cabe destaca el pueblo persa.

 

La primera mención expresa al ajedrez en un texto persa del 600. La influencia persa se rastrea en algunas palabras como «alfil», que deriva de la palabra árabe «al-fil», ‘elefante’, que era lo que antiguamente representaba. La expresión «dar jaque», amenazar al rey, viene de Sha, rey de los persas y Sha mat significa «el rey ha muerto».

 

Las reglas del ajedrez árabe no son exactamente las mismas con las que se juega hoy en día. La dama y el alfil sólo podían avanzar dos casillas, el alfil podía saltar ya que en su cultura se identificaba con

 

 un camello que tenía superioridad sobre todos los animales, en lugar del enroque existía el «salto del rey» que permitía saltar por encima de una casilla, los peones sólo se movían una casilla. El resultado es que las partidas eran muy lentas y para darle dinamismo al juego se inventaron las tabiyas (posiciones simétricas con las que por acuerdo de los jugadores comenzaba la partida).

 

 

Persia

Los primeros maestros conocidos vivieron en Persia. Se llamaban Abú-Gafiz y Zairab aunque seguramente los jugadores más conocidos de la época fueron al-Sulí y Aladino al-Tabriz cuya fama duró siglos.

 

Los manuscritos más antiguos consagrados íntegramente al ajedrez son árabes, como por ejemplo el «Libro de ajedrez», cuyo original se ha perdido su autor es al-Adli, considerado el mejor jugador de su tiempo. Caben destacar las composiciónes de finales, también conocidas como mansubas, las cuales fueron muy populares en el ajedrez de esta época.
 

Otros pueblos

 
Los Bizantinos lo difundieron en Rusia y en los Países Escandinavos. Aquel tipo de ajedrez, sin embargo, no echó raíces en Europa Occidental, en donde prevaleció la forma italiana del juego, derivada de una fusión con el ajedrez árabe.
 
Muchos son los tratados sobre teorías que nos han legado aquellos grandes jugadores de antaño, pero los escritos más antiguos en existencia pertenecen a los jugadores españoles del Siglo XVI, entre los cuales debemos mencionar a Ruy López de Sigura, fraile español desaparecido en 1561.
 
Las competencias individuales de quienes pretendían ser los más grandes jugadores de su tiempo, llevó en el siglo pasado a la realización de un torneo entre los mejores ajedrecistas de la época. Dicho torneo fue llevado a cabo en Inglaterra, el 1851, y su vencedor fue el combinador alemán Adolf Anderssen. Oficialmente, el primer campeón mundial de ajedrez fue Wilheim Steinitz.